No es la primera vez que hago polos de chocolate, pero sí la primera que los publico, ya que las anteriores veces utilizaba sólo leche y cacao (o colacao las primeras veces) y siempre se terminaba quedando el polo como en dos fases: por un lado la leche chocolateada, y por otro, el cacao asentado en el fondo... así que probando y probando, sustituí la mayor parte de la leche por nata (para darle cremosidad, ya que sólo con leche sale más bien tirando a "polo de hielo") y en vez de cacao, chocolate para fundir, es decir, como una especie de ganache pero congelada...
Para darle más sedosidad (no sé si acabo de inventar esta palabra... jeje), le añadí maicena, y además, unas gotas de vainilla. Y lo mejor de todo es que no se necesita heladera ni ningún aparato, sólo un cazo y llevarlo al fuego...
Las medidas dan para 8 - 10 unidades, dependiendo del tamaño de los moldes.
Ingredientes:
- 400 ml de nata para montar (35% M.G.)
- 200 gramos de chocolate para postres
- 100 ml de leche entera
- 1 cucharada (15 gramos) de maicena
- Unas gotas de esencia de vainilla
Elaboración:
1. En un recipiente mezclamos la leche con la maicena hasta que se disuelva y reservamos.
2. Por otro lado, ponemos la nata a calentar a fuego medio-alto, sin que llegue a hervir.
3. Cuando esté a punto de hervir, bajamos el fuego y añadimos el chocolate troceado. Removemos hasta que esté completamente disuelto.
4. Añadimos entonces la leche con la maicena y la vainilla. Removemos unos minutos más y retiramos del fuego.
5. Vertemos la mezcla en los moldes (si no tenemos moldes de polo, también se puede poner sobre vasitos de plástico desechables), y metemos a congelar primero unos 30 minutos.
6. Pasado ese tiempo, la mezcla estará más consistente y podremos insertar los palos de madera.
7. Dejamos que se terminen de congelar un mínimo de 6 horas.
8. Para sacarlos del molde, bastará con pasarlos un par de minutos por agua tibia para conseguir despegarlos de las paredes.
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