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Phoskitos caseros

 

¿Quién no se ha comido alguna vez uno de estos pastelitos? Pasa como con los Pantera Rosa, nos traen recuerdos de la infancia... Pero las grasas y demás componentes que llevan me frenan a la hora de comprarlos, por lo que prefiero hacerlos caseros, por ello hace tiempo que yo también quise hacer mi propia versión de esta receta y la publiqué en un blog antiguo en mayo de 2013. Hoy la rescato y os la traigo para que os animéis a probarla, a ver qué os parece.

Lo primero que hay que hacer es una plancha de bizcocho, como cuando hacemos un brazo de gitano. La diferencia con los originales es que yo el relleno lo hice con crema de chocolate en lugar de crema de mantequilla, por lo que es a elección vuestra. Finalmente, lo recubriremos con un baño de chocolate y listo!

Ingredientes para el bizcocho:
- 4 huevos
- 150 gramos de harina
- 150 gramos de azúcar
- 1 cucharada de leche
- 1 cucharada de aceite de girasol

Ingredientes para el relleno de chocolate:
- 100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 gramos de azúcar glass
- 75 gramos de cacao en polvo

Ingredientes para el relleno clásico:
- 200 ml de nata para montar
- 100 gramos de leche condensada

Ingredientes para la cobertura:
- 100 gramos de mantequilla para la cobertura
- 200 gramos de chocolate de postres para fundir

Elaboración:
1. Empezamos precalentando el horno a 180º C. Separamos las claras de las yemas. Reservamos las claras un momento.
2. Batimos las yemas junto con el azúcar. Tamizamos la harina y la añadimos a la mezcla. Añadimos la leche y el aceite para que la mezcla no sea tan espesa.
3. Montamos las claras a punto de nieve con unas varillas eléctricas. Para lograr un mejor resultado tanto el bol como las varillas deben estar totalmente libres de todo resto de grasa, lo mejor es pasarles un papel de cocina rociado con vinagre. Además de eso, a las claras podemos añadirle una pizca de sal (media cucharadita) o unas gotas de zumo de limón.
4. Con una espátula, vamos añadiendo porciones de las claras montadas a la masa y las vamos mezclando con movimientos envolventes, para evitar que se bajen.
5. Sobre la bandeja del horno, ponemos una lámina de papel de hornear y vertemos la masa, dándole forma rectangular, alisando la superficie para dejarla lo más uniforme posible. Metemos al horno y lo dejamos 20 minutos.
6. Terminado el tiempo, lo sacamos y ponemos otra lámina de papel de horno encima y, con cuidado, damos la vuelta al bizcocho y le quitamos la lámina de papel vieja. Con ayuda del papel nuevo (que ahora ha quedado abajo), vamos enrollando el bizcocho sobre sí mismo por el lado largo. Una vez enrollado, podemos envolverlo en un paño limpio o en papel film transparente para evitar que se abra. Lo dejaremos así hasta que enfríe por completo y pueda mantener la forma.
7. Mientras, continuaremos elaborando el relleno, para ello, mezclaremos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente para que sea más fácil de manejar, junto con el azúcar glass tamizado previamente y el cacao en polvo, con ayuda de una espátula, hasta obtener una crema. Como decía antes, el cacao es opcional, pudiendo ser el relleno únicamente de crema de mantequilla, incluso podemos añadirle unas gotitas de extracto de vainilla clara, almendra, u otro saborizante que nos guste. Si optamos por el relleno clásico, tendremos que montar la nata con la leche condensada hasta que esté bien firme.
8. Una vez frío el bizcocho, lo desenrollamos con cuidado, y empezamos poniendo el relleno a lo largo, y vamos enrollando a medida que vamos poniendo relleno, así hasta acabar de enrollarlo. El mismo relleno nos servirá como "pegamento" para cerrar el bizcocho.


9. Ahora, si lo queremos así, podemos cubrirlo con chocolate, con azúcar glass, o lo que queramos, y tendríamos un brazo de gitano. Si queremos continuar con los phoskitos, cortamos el rollo en rodajas de unos 2 cm de grosor y las colocamos sobre una rejilla a la espera del baño de chocolate (poniendo debajo una bandeja para recoger el chocolate que caiga).
10. Para la cobertura, ponemos el baño María la mantequilla con el chocolate troceado y removemos hasta que se funda por completo. Finalmente, bañamos los pastelitos con ello y dejamos que solidifique y ya podemos degustarlos. Podemos conservarlos en el frigorífico unos 3 ó 4 días.



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