La elaboración a la sal es una técnica muy buena para asar y hornear pescados, ya que forma una costra que hace que se cocinen en su jugo, evitando la evaporación de líquidos y haciendo que el pescado no quede nada seco y, en cambio, quede tremendamente jugoso y sabroso. Por eso, se puede aplicar también a otros pescados de piel gruesa como la lubina o el salmón.
En esta ocasión yo la he hecho con la sal gruesa sin más, pues el limón y el tomillo que veis en la foto lo puse después de retirarle la piel. Pero se puede utilizar sal ahumada, por ejemplo, o aromatizar la sal gruesa común con especias, hierbas aromáticas (como el eneldo o el hinojo, que le van muy bien a los pescados) o, incluso, con ralladuras de piel de cítricos (naranja, lima, limón...).
Si lo cogéis en la pescadería, pedid al pescadero que os lo prepare para hacerlo a la sal, es decir, que os lo limpiará de vísceras pero le dejará las escamas.
Para una dorada de aproximadamente 1 kilo o kilo y medio, el tiempo de cocción será de unos 25-30 minutos, para que calculéis más o menos en función del peso de la pieza.
Ingredientes:
- Una dorada entera sin vísceras de 1 kg o 1,5 kg
- 2 kg de sal gruesa
Elaboración:
1. Precalentamos el horno a 200° C y ponemos una pequeña cama de sal en una fuente apta.
2. Lavamos un poco el pescado para eliminar restos de sangre que pudiera tener.
3. Ponemos el pescado sobre la cama de sal.
4. Al resto de sal, le añadimos unas gotas de agua y la vertemos toda sobre el pescado, apelmazándola y cubriéndolo por completo.
5. Horneamos 25-30 minutos y sacamos del horno.
6. Con cuidado, rompemos la costra de sal, que estará bastante dura, y liberamos el pescado.
7. Lo servimos acompañado de lo que más nos guste: ensalada, patatas, aliños, salsas...
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