Croquetas de boletus

 

Estamos en otoño y eso quiere decir temporada de setas y, entre ellas, las conocidas como boletus edulis, las cuales tienen un sabor muy suave y una de cuyas recetas son las famosas croquetas.


Lo que hay que tener en cuenta antes de ponernos a cocinar este hongo es que esté completamente "sano", es decir, que no tenga gusanos ni galerías hechas por éstos. Si todo va bien, entonces ya podemos limpiarlos. Para ello, quitaremos la parte amarillenta que queda por debajo del "sombrero" y cortaremos la parte inferior del pie que está llena de tierra.

Al sombrero por arriba le pasaremos un paño limpio para eliminar también restos de tierra, pero nunca los pasaremos por agua.


Con nuestros boletus ya limpios, podemos pasar a hacer nuestras deliciosas croquetas.

Ingredientes:
- 600 gramos de boletus frescos
- 1 cebolla pequeña (o media grande)
- 50 gramos de aceite de oliva
- 50 gramos de mantequilla
- 80 gramos de harina
- 400 ml de leche
- Sal y pimienta al gusto
- Harina, huevo y pan rallado para rebozar
- Aceite para freir

Elaboración:
1. Picamos muy fina la cebolla y la ponemos a pochar en una sartén con el aceite y la mantequilla y un poco de sal, para que vaya sudando.
2. Cuando esté transparente, añadimos los boletus picados en trocitos muy pequeños o brunoise y los dejamos hacer unos minutos.
3. Añadimos los 80 gramos de harina y removemos bien para integrarla con el resto de ingredientes y que se quite el sabor a crudo.
4. Añadimos la leche y removemos hasta que la masa se despegue de las paredes de la sartén. Ajustamos de sal y añadimos la pimienta molida.
5. Retiramos la masa a una fuente amplia y cubrimos con un papel film que toque la superficie para que no se reseque, y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera al menos unas 6 horas.
6. Pasado ese tiempo, prepararemos 3 recipientes para rebozar: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado.
7. Cogeremos porciones de la masa con ayuda de una cuchara y las pasaremos por este orden: harina, huevo y pan rallado. Con una capa así es suficiente, pero si lo deseáis, podéis repetir de nuevo el orden para crear una capa más gruesa.
8. Cuando tengamos formadas todas nuestras croquetas podemos hacer dos cosas: congelarlas así para freírlas otro día, o freírlas directamente en abundante aceite caliente.

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