Desde que se puso de moda hace unos años gracias al boom de la cocina molecular, alentado gracias a programas como Masterchef, estas perlitas o falso caviar son un recurso muy utilizado para adornar nuestros platos, sobre todo en épocas festivas como la navidad, además de aportar sabor a nuestras elaboraciones.
En este caso las hice de Oporto ya que iban a decorar un aperitivo de panna cotta de foie con manzana y, tanto por el color como por el sabor, casaban perfectamente en la receta.
Pero, efectivamente, puede hacerse con cualquier otro ingrediente líquido, o crema ligera, que queramos o nos apetezca, por ejemplo, zumos, café, caldos, infusiones, cremas de verduras, etc. El límite es nuestra imaginación.
Tan sólo hay que recordar la proporción 1 - 100, es decir, 1 gramos de agar-agar por 100 ml de líquido. Teniendo esto en cuenta, ya podemos hacer maravillas con nuestras presentaciones!
Ingredientes:
- 100 ml de vino de Oporto
- 1 gramo de agar-agar en polvo
- Aceite de girasol (cantidad suficiente)
Elaboración:
1. Ponemos bastante aceite en un vaso alto y lo metemos en el frigorífico.
2. Por otro lado, ponemos el vino en un cazo y comenzamos a calentar.
3. Añadimos el agar-agar y lo dejamos que hierva durante al menos un par de minutos, removiendo bien.
4. Retiramos y dejamos que entibie unos minutos.
5. Sacamos el aceite del frigorífico y cargamos una jeringa con el vino. Poco a poco, vertemos pequeñas gotas del líquido sobre el aceite para que se vayan formando las bolitas, que irán directas al fondo.
6. Continuaremos hasta acabar con el vino. Al final tendremos un montón de perlitas en el fondo del aceite, sólo tendremos que escurrirlas y guardarlas en un botecito de cristal en la nevera para utilizarlas como más nos convenga...
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